Pozoblanco y el agua

«Mocitas de Pozoblanco que al Chorrito vais por agua traedla de la Guizuela que es la más fresca y está más clara.

La Virgen de Luna, Zarzuela.»

Desde sus orígenes, Pozoblanco ha estado ligado al agua, pues según cuenta la leyenda, los primeros pobladores del municipio se asentaron en torno a una corriente de agua,  lo que se hace patente en sus numerosas fuentes, las cuales están situadas en los distintos puntos cardinales de la localidad, atendiendo a las necesidades de los vecinos.

En el siglo XIX Pozoblanco se abastecía de agua por ocho fuentes y pozos, según nos contaron Ramírez de las Casas Deza y Pascual Madoz, entre ellos citan el Pilar de los Llanos, la Fuente Nueva o la de la Guizuela.

Hasta no hace mucho, la mayoría de casas de Pozoblanco carecían de agua potable, así que fueron instaladas dentro de la población distintas fuentes aprovechando el pantano de la Garganta, construido por la Sociedad Minera Metalúrgica de Peñarroya para poner en servicio la línea de ferrocarril de Fuente del Arco a Puertollano.

Este es el origen de los famosos tubos de agua de Pozoblanco, que no eran otra cosa que casetas construidas con un armazón de hierro fundido y revestidas de ladrillo rojo. Asociada a estas casetas está la figura de la tubera, que era la mujer encargada de prestar servicio en la fuente llenando los cántaros.

Os traemos unas fotografías que nos muestran algunos de los aspectos mencionados, como varios planos de una caseta tubo del año 1914 o de una fuente pública. Veremos la calle Real con su caseta tubo recién instalada, pues la imagen está fechada en 1915; la plaza del Pozo Viejo con su tubo, del año 1948; o varias imágenes del Pilar de los Llanos, tanto de la fuente como del lavadero, además de otra instantánea de mujeres cogiendo agua en la caseta del Algarrobillo, de mediados de la década de los 50 del pasado siglo.

Para saber más:

https://www.pozoblanco.es/sites/default/files/dipticofinal.pdf

https://www.pozoblanco.es/sites/default/files/la_garganta.pdf